“El Espíritu del Señor está sobre mí, me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos”
Podemos ser librados de la depresión, algunos viven vidas solitarias, la alegría desaparece de su rostro, porque son esclavos de la depresión, el rechazo atrae a la depresión, cuando el propio Jesús empezó su ministerio, su pueblo empleó hacia él, su rechazo, Lucas 4:28-30, de modo que muchos sienten el “aguijón” del rechazo, pero Dios nos acepta como somos, porque él nos ama y quiere lo mejor para nosotros.
Una de las razones importantes de la depresión, es el agotamiento que a veces se va produciendo en nuestras vidas, de manera que el Señor, hace una nueva invitación a todos los cansados “Venid a Mí, todos los que estéis cansados y trabajados, que yo, os haré descansar”, sólo en él encontramos paz, seguridad, confianza, bienestar; una de las razones fundamentales es refrescarnos de su Palabra, Dios nos habla a través de la misma, de esta forma mantendremos alejados la fealdad de la depresión.
También podemos ser liberados del enojo, por cosas que no tienen importancia, nos enojamos y es entonces fácil explotar por la presión del momento, en Efesios 4:26, nos dice: “enojaos pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo”, es necesario controlar nuestro enojo, pues éste reposa en el seno de los necios, nuestro enojo puede ser desviado hacia el bien, el estar junto a Jesús nos libra de tal pecado, pues así y no de otra manera debemos imitarlo en todas aquellas experiencias que tengamos en nuestras vidas.
María Segalés
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