8 abr 2008

¿Cómo transmitir la fe a nuestros hijos?

Este es un hermoso tema que muchas veces ha sido el centro de nuestras conversaciones, el eje de estudios bíblicos, reuniones para matrimonios y el contenido de variados libros, pero a pesar de esto, no hay una fórmula, ni estrategia a seguir, que al aplicarlas nos garanticen el éxito de esta tarea: "hacer de nuestros hijos verdaderos hombres y mujeres de fe", ante esta situación, tenemos un compromiso: "Dios ha pensado en los padres y nos ha dejado mandamientos, armas y guías, para cumplir esta difícil misión.

Desde la antigüedad, Dios le enseñaba a Israel la importancia de la transmisión de padres a hijos, dice: “y éstas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón, y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en casa y andando por el camino y al acostarte y cuando te levantes", los israelitas debían contar a sus hijos lo que Dios había hecho por ellos para sacarlos de la esclavitud de Egipto y como los había introducido en la tierra que les había prometido a sus padres.. Por lo tanto, la transmisión a las generaciones venideras, es más que una costumbre cultural, es un mandato de Dios.

Nuestros hijos esperan y necesitan que les contemos que hoy Dios sigue liberando, que sus vidas tienen rumbo y que esa salvación tiene nombre: Jesús, es importante aclarar que no podemos transmitir lo que no hemos vivido primero en nuestras vidas..

Algunas veces, vemos padres que quieren ver a sus hijos en los caminos de Dios, porque les parecen bueno y aún más, sostienen que es lo mejor, pero ellos están allí, como una visita dominical a nuestras iglesias, sin decidirse por Cristo y aportando por su obra.

La salvación se recibe por un "acto de fe", es el momento que nos decidimos por Jesús, si bien, estos son los conceptos indispensables que nuestros hijos deben saber, la salvación no se hereda, podemos contarle nuestra propia experiencia de fe y de vida cristiana, pero apropiarse de la salvación que es en Cristo será una decisión personal e individual.

Muchas veces nos preguntamos cuándo es el momento para iniciar a nuestros hijos en esta fe. Prov. 22:6 dice: "instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo nos se apartará de él".

Por lo tanto podemos ver claramente, que para Dios la instrucción se debe dar desde pequeño y más aún, algunos piensan que debe ser desde el vientre materno, cuando leemos la Biblia, cantamos y alabamos a Dios, la fe a nuestros hijos no se transmite solamente cuando hablamos de temas espirituales, la fe se respira en el ambiente familiar, en el trato diario, en la forma de encarar las dificultades y aún la manera de gozarnos en los triunfos

Cada hijo es particular y diferente. Dios tiene preparado para cada uno de ellos un camino especial, por lo tanto no podemos tratarlos como si fueran moldes iguales, a los que se debe llenar de instrucción para que luego salgan idénticos. Por el contrario cada uno tiene una forma distinta.

La transmisión de esa fe, debe ser de una calidad tal, que cuando ellos lleguen a mayores, tengan todos los recursos y toda la base firme para resistir las asechanzas del enemigo y elegir EL CAMINO de verdadero valor. Así se lo recuerda Pablo a Timoteo donde le recalca la importancia de persistir en aquello que había aprendido en la niñez, ya que esto lo iba a hacer sabio para la salvación y enteramente preparado para toda buena obra

Pero aún así, hay riesgos. Nuestras imperfecciones, nuestros errores, tal vez involuntarios, las tormentas de la vida, producen brechas en la vida de nuestros hijos, por donde Satanás puede introducirse para destruir.
Juan Andrés.

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